Cada 1 de marzo, en Bulgaria se celebra la fiesta de San Lázaro, una festividad que marca el comienzo de la primavera y está llena de tradiciones y celebraciones únicas.
San Lázaro es considerado el patrón de los enfermos y moribundos, y su festividad tiene sus raíces en antiguas creencias paganas relacionadas con el renacimiento de la naturaleza. La celebración de San Lázaro en Bulgaria es una mezcla de la tradición ortodoxa cristiana y las costumbres populares pre-cristianas, lo que le da un carácter único y especial.
Una de las tradiciones más populares durante la fiesta de San Lázaro es el intercambio de martenitsi, pequeñas pulseras hechas de hilos rojos y blancos que simbolizan la protección y la buena suerte. Se cree que llevar una martenitsa durante el mes de marzo protege a las personas de enfermedades y desastres naturales, y trae prosperidad y felicidad.
Otra costumbre popular durante la fiesta de San Lázaro es el “mummers” o “kukeri”. Los kukeri son hombres vestidos con trajes de colores brillantes y máscaras extrañas que recorren las calles de los pueblos, bailando y tocando música para alejar a los espíritus malignos y traer fertilidad y prosperidad a la comunidad.
Además, en muchas regiones de Bulgaria, la fiesta de San Lázaro se celebra con procesiones religiosas, misas especiales y rituales para bendecir a los animales y a las cosechas. En algunas zonas rurales, las personas también preparan y comparten comidas tradicionales, como el pan de San Lázaro, que se cree que tiene propiedades curativas.
La fiesta de San Lázaro es una celebración muy esperada en Bulgaria, ya que marca el final del invierno y el comienzo de la temporada de siembra. Además, es una oportunidad para reunirse con familiares y amigos, disfrutar de la naturaleza y honrar las tradiciones y creencias populares.
En resumen, la fiesta de San Lázaro es una celebración única en Bulgaria, llena de tradiciones antiguas y costumbres populares que reflejan la rica historia y cultura del país. Es una oportunidad para vivir una experiencia auténtica y descubrir el espíritu festivo y la hospitalidad de los búlgaros.
